El roble ha sido siempre conocido por su resistencia, así que a lo largo de la historia se ha convertido en símbolo de fuerza, resistencia y larga vida.
Es considerado un árbol sagrado, era un árbol venerado por los griegos y los celtas, los escandinavos le llamaban el «árbol de la vida de Thor»
El roble encarna el principio masculino de la fuerza y el principio femenino de la fertilidad y la regeneración.
Podemos encontrar más de 400 especies de robles en el mundo, que van desde enormes árboles gastas pequeños arbustos, están adaptados para poblar todo tipo de climas y suelos.
El roble es considerado el rey de los árboles, su fuerza es tan grande que puede aguantar las inclemencias del clima ya sean fríos extremos, rayos o lluvias torrenciales.
Su madera es muy apreciada para hacer ruedas, toneles para vino y muebles, se ha utilizado para hacer barcos y casas durante muchos años y en todas las culturas.
A mí me encanta el roble por sus características físicas, por su olor y porque el resultado de las piezas es maravilloso.